Publicada en "Periódico El Tejano", año 28, edición 212, Junio de 2017, pág. 12
Lo que ocurra con el ingreso de las personas y cómo se
distribuye constituye un factor clave a la hora de evaluar el desempeño de un
gobierno. Ello es más cierto, si cabe, en caso de los gobiernos que se declaran
de izquierda, ya que reducir la desigualdad suele encontrarse entre sus
objetivos fundamentales.
En este sentido, el record de los gobiernos frenteamplistas
es claramente positivo. Sea por las razones que sea –“viento de cola” o buenas
políticas económicas, sociales o laborales-, lo cierto es que el ingreso
creció. Y -como veremos en una próxima nota- lo hizo a un ritmo muy destacable
en términos históricos. Pero además, el ingreso se incrementó a un ritmo mucho
más rápido para los hogares de ingresos bajos y medios[1],
por lo que se observó una reducción de la desigualdad.
La Tabla 1 presenta información que corrobora lo anterior.
El índice de Gini, el indicador más utilizado para medir la desigualdad,
muestra una caída pronunciada a partir del 2008. Esta reducción tiene un
correlato en las diferentes velocidades a las que creció el ingreso en el caso
de los más pobres, los sectores medios, y los hogares de altos ingresos.
Mientras, entre 2006 y 2016, el ingreso medio creció un 45%, el del 10% más pobre
lo hizo un 85%. En el otro extremo, los hogares que se ubican en el decil 10
(es decir el 10% de hogares con mayores ingresos), gozaron de un incremento del
21%. En el medio, los hogares del decil 6 (más “ricos” que el 50% de hogares
más pobres, pero más “pobre” que el 40% de hogares más “ricos”) también gozó de
un incremento superior al promedio: un 60%. En otras palabras, todos los
hogares vieron incrementarse sus ingresos, pero aquellos que partían de un
punto más bajo disfrutaron de un ritmo de crecimiento mayor.
Tabla
1
Desigualdad
e ingreso medio total y para algunos deciles
|
|||||
Distribución
del Ingreso
|
Ingreso
medio real. Pesos de 2016
|
||||
Año
|
Índice
de Gini
|
Total
|
Decil
1
|
Decil
6
|
Decil
10
|
2006
|
0,455
|
42.550
|
9.361
|
33.614
|
137.861
|
2007
|
0,456
|
45.198
|
10.396
|
36.158
|
145.086
|
2008
|
0,439
|
49.480
|
10.886
|
39.089
|
159.326
|
2009
|
0,438
|
52.530
|
11.557
|
42.549
|
167.571
|
2010
|
0,425
|
52.965
|
12.712
|
43.432
|
161.015
|
2011
|
0,403
|
56.735
|
13.616
|
48.224
|
163.396
|
2012
|
0,379
|
58.165
|
15.123
|
51.767
|
152.392
|
2013
|
0,384
|
60.604
|
16.363
|
52.726
|
166.056
|
2014
|
0,381
|
61.863
|
16.703
|
53.821
|
168.269
|
2015
|
0,386
|
62.627
|
17.536
|
54.485
|
170.971
|
2016
|
0,383
|
61.714
|
17.280
|
53.691
|
166.628
|
Fuente: elaborado a partir de datos
publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE)
|
Tabla
2
Tasa
de crecimiento real anual del ingreso medio total y por deciles
|
|||
Decil
|
2006-2016
|
2006-2013
|
2013-2016
|
1
|
6,3%
|
8,3%
|
1,8%
|
2
|
5,9%
|
7,6%
|
2,2%
|
3
|
5,5%
|
7,4%
|
1,2%
|
4
|
5,4%
|
7,2%
|
1,1%
|
5
|
5,1%
|
6,9%
|
1,1%
|
6
|
4,8%
|
6,6%
|
0,6%
|
7
|
4,5%
|
6,3%
|
0,6%
|
8
|
4,0%
|
5,7%
|
0,3%
|
9
|
3,5%
|
4,9%
|
0,4%
|
10
|
1,9%
|
2,7%
|
0,1%
|
Medio
|
3,8%
|
5,2%
|
0,6%
|
Fuente: calculado a partir de datos publicados por Instituto Nacional de Estadística (INE)
|
Sin embargo, una mirada más atenta a los datos de la Tabla 1
permite vislumbrar dos períodos distintos, cuyo punto de corte se ubica en 2012
o 2013[2].
Desde allí en adelante, asistimos tanto a una fuerte desaceleración del ritmo
de crecimiento del ingreso, como a un parate en la caída de la desigualdad, que
se mantiene básicamente estable desde entonces.
La información que se muestra en la Tabla 2 nos permite
avanzar en el análisis de los dos sub periodos. Entre 2006 y 2013, los primeros
ocho deciles de la población (es decir el 80% de hogares de ingresos bajos y
medios) vio acrecentar sus ingresos a un ritmo superior al promedio. Sólo en el
último decil los ingresos crecieron menos, pero igual se incrementaron. Desde
2013, por otra parte, se redujo notablemente el ritmo del incremento medio, que
pasó de 3,8% anual en el primer período a 0,6% en el segundo. Además, la caída
de la desigualdad prácticamente se detuvo.
Lo destacable, es que las
diferencias en el ritmo de expansión del ingreso en los diversos deciles no
sólo se mantuvieron, sino que incluso se incrementaron en beneficio de los más
pobres. Si en el período 2006-2013 la tasa de crecimiento de los primeros cinco
deciles (es decir la mitad de menores ingresos) fue una vez y media mayor al
crecimiento promedio (7,5% y 3,8% respectivamente), en 2013-2016 fue dos veces
y media superior (1,5% y 0,6%).
Mayor aún es el incremento de la diferencia si comparamos
las tasas de crecimiento de los primeros cinco deciles con los hogares de
mayores ingresos, es decir del último decil. La primera pasó de ser cinco veces
mayor a la segunda entre 2006 y 2013 (7,5% vs. 1,9%) a ser quince veces
superior en 2013-2016 (1,5% vs. 0,1%).
En otras palabras, el estancamiento en la mejora de la
distribución parece estar más asociado a la caída en el crecimiento del ingreso
medio que a una igualación del ritmo al que varía el ingreso de los distintos
deciles. Como en los últimos años el crecimiento ha sido prácticamente nulo, no
ha habido “espacio” o “margen” para reducir la desigualdad sin reducir el
ingreso absoluto de los sectores de mayores ingresos. Ya no fue posible, como
en el periodo anterior, combinar reducción de la desigualdad con incremento del
ingreso para todos.
Habría sido posible desde luego, al menos en un sentido
teórico, mantener el ritmo de reducción de la desigualdad por la vía del
“reparto”, entendido en un sentido más tradicional, en el que lo que unos ganan
lo pierden otros. Otra cosa es la cuestión de la viabilidad. No cabe mayor duda
de que es mucho más difícil distribuir en un contexto de estancamiento que en
uno de crecimiento.
[1] El tema
de cómo el aumento del ingreso ha afectado a los sectores de bajos ingresos y
la clase media fue objeto de una columna publicada en Brecha hace un par de
años, y que puede descargarse de http://cienciassociales.edu.uy/unidadmultidisciplinaria/javier-e-rodriguez-weber/
[2] En
sentido estricto, los datos muestran al año 2012 como aquél de menor
desigualdad. Sin embargo, como muestra la Tabla 1, ello se debería a la
importante caída del 7% en el ingreso en los hogares del decil 10. Dado que se
trata de un resultado muy llamativo, preferimos separar los dos períodos en el
año 2013.