viernes, 14 de julio de 2017

Crecimiento y desigualdad en la última década

Publicada en "Periódico El Tejano", año 28, edición 212, Junio de 2017, pág. 12

Lo que ocurra con el ingreso de las personas y cómo se distribuye constituye un factor clave a la hora de evaluar el desempeño de un gobierno. Ello es más cierto, si cabe, en caso de los gobiernos que se declaran de izquierda, ya que reducir la desigualdad suele encontrarse entre sus objetivos fundamentales.
En este sentido, el record de los gobiernos frenteamplistas es claramente positivo. Sea por las razones que sea –“viento de cola” o buenas políticas económicas, sociales o laborales-, lo cierto es que el ingreso creció. Y -como veremos en una próxima nota- lo hizo a un ritmo muy destacable en términos históricos. Pero además, el ingreso se incrementó a un ritmo mucho más rápido para los hogares de ingresos bajos y medios[1], por lo que se observó una reducción de la desigualdad.
La Tabla 1 presenta información que corrobora lo anterior. El índice de Gini, el indicador más utilizado para medir la desigualdad, muestra una caída pronunciada a partir del 2008. Esta reducción tiene un correlato en las diferentes velocidades a las que creció el ingreso en el caso de los más pobres, los sectores medios, y los hogares de altos ingresos. Mientras, entre 2006 y 2016, el ingreso medio creció un 45%, el del 10% más pobre lo hizo un 85%. En el otro extremo, los hogares que se ubican en el decil 10 (es decir el 10% de hogares con mayores ingresos), gozaron de un incremento del 21%. En el medio, los hogares del decil 6 (más “ricos” que el 50% de hogares más pobres, pero más “pobre” que el 40% de hogares más “ricos”) también gozó de un incremento superior al promedio: un 60%. En otras palabras, todos los hogares vieron incrementarse sus ingresos, pero aquellos que partían de un punto más bajo disfrutaron de un ritmo de crecimiento mayor.

Tabla 1
Desigualdad e ingreso medio total y para algunos deciles
Distribución del Ingreso
Ingreso medio real. Pesos de 2016
Año
Índice de Gini
Total
Decil 1
Decil 6
Decil 10
2006
0,455
42.550
9.361
33.614
137.861
2007
0,456
45.198
10.396
36.158
145.086
2008
0,439
49.480
10.886
39.089
159.326
2009
0,438
52.530
11.557
42.549
167.571
2010
0,425
52.965
12.712
43.432
161.015
2011
0,403
56.735
13.616
48.224
163.396
2012
0,379
58.165
15.123
51.767
152.392
2013
0,384
60.604
16.363
52.726
166.056
2014
0,381
61.863
16.703
53.821
168.269
2015
0,386
62.627
17.536
54.485
170.971
2016
0,383
61.714
17.280
53.691
166.628
Fuente: elaborado a partir de datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE)

Tabla 2
Tasa de crecimiento real anual del ingreso medio total y por deciles
Decil
2006-2016
2006-2013
2013-2016
1
6,3%
8,3%
1,8%
2
5,9%
7,6%
2,2%
3
5,5%
7,4%
1,2%
4
5,4%
7,2%
1,1%
5
5,1%
6,9%
1,1%
6
4,8%
6,6%
0,6%
7
4,5%
6,3%
0,6%
8
4,0%
5,7%
0,3%
9
3,5%
4,9%
0,4%
10
1,9%
2,7%
0,1%
Medio
3,8%
5,2%
0,6%
Fuente: calculado a partir de datos publicados por Instituto Nacional de Estadística (INE)

Sin embargo, una mirada más atenta a los datos de la Tabla 1 permite vislumbrar dos períodos distintos, cuyo punto de corte se ubica en 2012 o 2013[2]. Desde allí en adelante, asistimos tanto a una fuerte desaceleración del ritmo de crecimiento del ingreso, como a un parate en la caída de la desigualdad, que se mantiene básicamente estable desde entonces.
La información que se muestra en la Tabla 2 nos permite avanzar en el análisis de los dos sub periodos. Entre 2006 y 2013, los primeros ocho deciles de la población (es decir el 80% de hogares de ingresos bajos y medios) vio acrecentar sus ingresos a un ritmo superior al promedio. Sólo en el último decil los ingresos crecieron menos, pero igual se incrementaron. Desde 2013, por otra parte, se redujo notablemente el ritmo del incremento medio, que pasó de 3,8% anual en el primer período a 0,6% en el segundo. Además, la caída de la desigualdad prácticamente se detuvo.
Lo destacable, es que las diferencias en el ritmo de expansión del ingreso en los diversos deciles no sólo se mantuvieron, sino que incluso se incrementaron en beneficio de los más pobres. Si en el período 2006-2013 la tasa de crecimiento de los primeros cinco deciles (es decir la mitad de menores ingresos) fue una vez y media mayor al crecimiento promedio (7,5% y 3,8% respectivamente), en 2013-2016 fue dos veces y media superior (1,5% y 0,6%).
Mayor aún es el incremento de la diferencia si comparamos las tasas de crecimiento de los primeros cinco deciles con los hogares de mayores ingresos, es decir del último decil. La primera pasó de ser cinco veces mayor a la segunda entre 2006 y 2013 (7,5% vs. 1,9%) a ser quince veces superior en 2013-2016 (1,5% vs. 0,1%).
En otras palabras, el estancamiento en la mejora de la distribución parece estar más asociado a la caída en el crecimiento del ingreso medio que a una igualación del ritmo al que varía el ingreso de los distintos deciles. Como en los últimos años el crecimiento ha sido prácticamente nulo, no ha habido “espacio” o “margen” para reducir la desigualdad sin reducir el ingreso absoluto de los sectores de mayores ingresos. Ya no fue posible, como en el periodo anterior, combinar reducción de la desigualdad con incremento del ingreso para todos.
Habría sido posible desde luego, al menos en un sentido teórico, mantener el ritmo de reducción de la desigualdad por la vía del “reparto”, entendido en un sentido más tradicional, en el que lo que unos ganan lo pierden otros. Otra cosa es la cuestión de la viabilidad. No cabe mayor duda de que es mucho más difícil distribuir en un contexto de estancamiento que en uno de crecimiento.




[1] El tema de cómo el aumento del ingreso ha afectado a los sectores de bajos ingresos y la clase media fue objeto de una columna publicada en Brecha hace un par de años, y que puede descargarse de http://cienciassociales.edu.uy/unidadmultidisciplinaria/javier-e-rodriguez-weber/
[2] En sentido estricto, los datos muestran al año 2012 como aquél de menor desigualdad. Sin embargo, como muestra la Tabla 1, ello se debería a la importante caída del 7% en el ingreso en los hogares del decil 10. Dado que se trata de un resultado muy llamativo, preferimos separar los dos períodos en el año 2013.